Después de 30 años de negociaciones climáticas, está claro que las Naciones Unidas no producirán los resultados necesarios para evitar el colapso climático. Con el Acuerdo de Paris, las emisiones de gases de efecto invernadero bajarán apenas una décima parte de lo necesario para limitar el incremento de la temperatura por debajo de 1,5ºC. La COP27 está marcada por un intenso cabildeo de gobiernos y compañías petroleras que buscan posponer la salida de los combustibles fósiles. Las economías industrializadas han eliminado de las negociaciones el reconocimiento de la deuda climática para con los países y grupos sociales que contribuyeron muy poco al cambio climático. La justicia climática sólo puede venir desde abajo, desde la sociedad civil, desde Asambleas de la Tierra que construyen territorios libres de extractivismo, consumismo, contaminación y violencia. La lucha contra el colapso climático está ligada a la lucha contra la guerra, el fascismo, el capitalismo, el colonialismo, el patriarcado y el racismo. Asambleas de la Tierra no sólo de pueblos sino de naturaleza, donde construyamos alternativas sistémicas no antropocéntricas. Asambleas de la Tierra para recuperar la esencia de la humanidad y superar la crisis de los cuidados. Asambleas de la Tierra en barrios, escuelas, lugares de trabajo, comunidades y municipios que promuevan sociedades sencillas y moderadas que garanticen los derechos humanos y los derechos de la Naturaleza. Asambleas de la Tierra para impulsar una transformación estructural del sistema de las Naciones Unidas: donde todos los países sean iguales y no hayan Estados con derecho a veto; donde exista una representación tripartita en igualdad de condiciones de gobiernos, sociedad civil y naturaleza; y donde se adopten acuerdos vinculantes para reestablecer el equilibrio del sistema de la Tierra. Hoy la COP27 es en Egipto un país petrolero con más de 60.000 detenidos políticos. El próximo año será en Emiratos Árabes que cuenta con graves violaciones a los derechos humanos. Es tiempo de fortalecer las luchas que vienen desde abajo. Es tiempo de potenciar las alternativas de resistencia desde los territorios. Es tiempo de unificar nuestras iniciativas en una gran Asamblea Mundial de la Tierra que rompa con la hipocresía de las conferencias de cambio climático y empiece a marcar un camino de verdadera esperanza y acción con justicia climática.
Video: Asambleas de la Tierra por la Justicia Climática
